Quiero estar en un hospital, creanlo o no, lo quiero. Cuando era más chico de lo que soy ahora,pasaba la mayor parte de mi tiempo en hospitales, salas de espera y de urgencia. Era un chico demasiado enfermo, nunca supe la razón me alimentaba bien, me abrigaba pero sin embargo cada dos meses me enfermaba y pasaba largas jornadas sentado enfrente de la puerta a la espera de un doctor para que me atendiese.
Pasado el tiempo (no hace mucho) adquirí una salud de hierro y ya no caigo víctima de enfermedades. Algunos dirán: "Estas loco, ¿Quién quiciera estar enfermó y en un hospital?". La respuesta es muy simple, uno se acostumbra a cierta cosas que al principio le son desagradables pero una vez que no están mas, las empieza a extrañar y las necesita desesperadamente. Un ejemplo muy claro es la escuela, en mi caso particular los hospitales.

No, no estoy loco. Simplemente que he vívido más tiempo en estos lugares que en cualquier parte del mundo. Llegué a apreciar lo bello de estos concretos triztes. Estos lugares son mi caparazón, mi refugio contra el tiempo. Un lugar en el que puedo quedarme como una estatua, mirando solamente, la vida hacer su trabajo.
"Un cuartel de batalla contra el poder divino de la muerte."
ResponderEliminarQue buena frase para describir a los hospitales.