lunes, 21 de junio de 2010

ERROR 56

Este tiempo que a transcurrido; pongamos hace un mes. Se me ha dado por escribi historias pero no les doy un final ni un nudo. Solo un principio y ahi mueren porque me da muchisima pereza (por no decir paja) escribir y pensar la historia. Asi que pensé en hacer un estilo de experimento literario y escribir una historia con la ayuda de un amigo (La opción mas obvia y estupida que pensaron).
Asi que he aqui la primera parte del experimento escrita por mí. Le puse de titulo "Error 56" aunque segursmente va a ir cambiando.

 Error 56


-         ¿Otra? Me preguntó Luis.
 Yo asentí con la cabeza corriendo la botella vacía dejándola a un costado junto con el resto de las ya tomadas.
Luis. El dueño de “Error 56” un bar penoso y mugriento al que solo se atreven a entrar esas almas que perdieron su cuerpo. El viejo debía rondar los 70 años, su pelo estaba completamente poblado por canas, su antigua población rubia había sido diezmada por los años. Lo único que tenía era ese destartalado y obsoleto “Error 56”. Se encontraba en los huesos, si prestabas atención, podías ver todas las venas que estaban por debajo de esa finísima capa de piel.
-         ¿Qué pasa, Gastón? No estás con la alegría de siempre.
No respondí. Mi boca estaba ocupada tragando de esa refrescante cerveza casera que me había traído.
-         Vamos, contame. ¿Problemas de amor?
Tampoco respondí. Para ser sincero no tenia muchas ganas de fraternizar con ninguno de los típicos visitantes de ese antro. Borrachos que solo hablaban de fútbol recordando los buenos tiempos del deporte y los mejores jugadores según ellos, peleándose por estupideces e insultando a la juventud de hoy en día.
-         ay, ay, ay, Gastón. A veces no te entiendo, sos una de las personas mas extrañas que conozco.
Se había ido a buscar otro infeliz con el que poder hablar, cansado de intentar entablar una conversación.
 Pobre Luís, siempre intentando animarnos para que sigamos tomando y poder vender un poco más. Con los años no entendió, todavía, que un hombre deprimido y triste toma mucho más que uno alegre y festivo.
  Los minutos pasaban, y la línea de vida de la botella iba bajando. Al cabo de 15 minutos ya estaba muerta. La deje con el resto de los cadáveres, para esta instancia ya había creado un autentico mausoleo de botellas vacías.
-         Luis, traeme otra víctima.
Le grité del otro lado de la barra. Se acercó con un aire furioso en el rostro.
-         No, ya cerramos. Son las 5 de la mañana.
-         Por favor una más y me voy.
-         Gastón. (Suspira). Hace media hora estas diciendo lo mismo. No. Ya cerramos. Andate de una vez que quiero guardar todo e irme a dormir.
-         Pero…
-         No, andate.

Quizás no tubo que ser tan brusco, yo no me encontraba en un buen momento y lo único que quería era tomar hasta morir. Lo golpeé en la ojo y en la nariz hasta hacerlo sangrar.
-         Espero que te mueras viejo inútil. Si no fuera por mi, no venderías nada. Lo menos que podes hacer es dejarme estar el tiempo que yo quiera.
-         ¡Andate ya o juro que llamo a la policía!
-         Hacelo viejo idiota. Ya me voy.

Salí a la calle fría. Olvidándome de Luís y su estúpido bar.




1 comentario:

Se me puede causar una aneurisma si no comentas: